viernes, 12 de febrero de 2010

Hijo:

Un pensamiento muy cierto...en algunas cosas.



Te di la vida pero no puedo vivirla por ti;
Puedo enseñarte muchas cosas
Pero no puedo obligarte a aprender.

Puedo dirigirte, pero no siempre estaré para guiarte.

Puedo darte libertad, Pero no responsabilizarme por lo que haces con ella,

Puedo llevarte a la iglesia pero no Puedo obligarte a creer;

Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, Pero no puedo decidir por ti; Puedo comprarte un traje hermoso Pero no puedo hacerte hermoso por dentro;
Puedo ofrecerte consejos, pero no Puedo ponerlos en práctica para ti;
Puedo darte amor Pero no puedo obligarte a aceptarlo;
Puedo enseñarte a compartir, Pero no puedo forzarte a hacerlo;

Puedo hablarte del respeto, pero No te puedo exigir que seas respetuoso;
Puedo aconsejarte acerca de las buenas amistades, Pero no puedo escogértelas;
Puedo educarte acerca del sexo Pero no puedo mantenerte puro;

Puedo platicarte acerca de la vida, Pero no puedo edificarte una reputación;
Puedo decirte que el licor es peligroso, Pero no puedo decirte “no” por ti;
Puedo advertirte acerca de las drogas, Pero no puedo evitar que las uses;

Puedo exhortarte acerca de la necesidad de tener metas altas, Pero no puedo alcanzarlas por ti;
Puedo enseñarte acerca de la bondad, Pero no puedo obligarte a ser bondadoso;

Puedo amonestarte en cuanto al pecado. Pero no puedo hacerte una persona moral.

Puedo amarte como niño, pero no Puedo colocarte en la familia de Dios. Puedo hablarte de Jesús, pero no Puedo hacer que Jesús sea tu Señor. Puedo explicarte como vivir, Pero no puedo darte vida eterna.